ACUAMALAGA, DIA MUNDIAL DE LA ACUARELA 2014
Una semana más tarde que la mayoría de los acuarelistas del mundo mundial, pero los malagueños también celebramos nuestro Día mundial de la Acuarela.
Y para eso nos reunimos cerca de treinta personas entre pintores y acompañantes en un céntrico lugar de nuestra capital, como son los jardines de la Catedral. Entre calle Cister y calle Cañón, Acuamálaga volvió a dar un espectáculo de luz y color, plasmando en nuestros lienzos el día tan estupendo que hizo, ya que no llovió, no. No podía llover.
Y digo espectáculo, porque un grupo de pintores cerca de un monumento, suele ser a veces más interesantes que el propio monumento. Y aunque nuestra Catedral tiene un inmenso valor arquitectónico e histórico, nosotros se lo aumentamos todavía más, pintando sus exteriores y embelleciendo la calle de artistas y sus obras. Numerosos viandantes nos contemplaban pintar y mas de un interesado preguntó como adherirse a nosotros, respuesta: ¿te gusta pintar?, pues nada más.
El Pimpi, donde comer es triunfar gatronómicamente hablando, hizo los honores de darnos el almuerzo, y los y las más verpertinos, "colonizaron" algún cercano recinto con la excusa de tomar un te, o un "té quiero pedir un gin-tonic".
Muchas gracias a "sus señorías" Miguel Linares y Blanca Alvarez, por venir y darle caché a nuestra salida, que es la suya también
Hasta la próxima amiguetes y amiguetas
Y para eso nos reunimos cerca de treinta personas entre pintores y acompañantes en un céntrico lugar de nuestra capital, como son los jardines de la Catedral. Entre calle Cister y calle Cañón, Acuamálaga volvió a dar un espectáculo de luz y color, plasmando en nuestros lienzos el día tan estupendo que hizo, ya que no llovió, no. No podía llover.
Y digo espectáculo, porque un grupo de pintores cerca de un monumento, suele ser a veces más interesantes que el propio monumento. Y aunque nuestra Catedral tiene un inmenso valor arquitectónico e histórico, nosotros se lo aumentamos todavía más, pintando sus exteriores y embelleciendo la calle de artistas y sus obras. Numerosos viandantes nos contemplaban pintar y mas de un interesado preguntó como adherirse a nosotros, respuesta: ¿te gusta pintar?, pues nada más.
El Pimpi, donde comer es triunfar gatronómicamente hablando, hizo los honores de darnos el almuerzo, y los y las más verpertinos, "colonizaron" algún cercano recinto con la excusa de tomar un te, o un "té quiero pedir un gin-tonic".
Muchas gracias a "sus señorías" Miguel Linares y Blanca Alvarez, por venir y darle caché a nuestra salida, que es la suya también
Hasta la próxima amiguetes y amiguetas
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